Aprender a desaprender.

Recuerdo las ganas de aprender que tenía de niño. La curiosidad me consumía y era como una esponja que absorbía todo lo que tenía a su alrededor. Aprendía a mi ritmo hasta que me encontré con las tablas de multiplicar. Las putas tablas de multiplicar que te las tenías que aprender de memoria. Recuerdas ese primer momento en el que descubres algo en el colegio que no te gusta? Recuerdas esa sensación de descubrir que algo no dominas y que no se te da bien? Siempre he pensado que ese momento es un momento que te puede enseñar muchas cosas pero que también te puede acarrear muchos problemas.

Sentir y conocer tus fortalezas y tus debilidades es fantástico, pero como niño que eres alguien tiene que detectarlo y ayudarte a lidiar con ello y asumirlo de la mejor de las maneras. Eso miento es el primero en tu vida que tienes que aprender a convivir con el fracaso y depende como lo vivas te puede quedar ahí grabado a fuego en tu cabeza.

Creo firmemente en potenciar lo bueno que tenemos cada uno y entender que no todos somos iguales, que todos tenemos una identidad diferente es crucial para sacar a relucir lo mejor de nuestra personalidad. Eso es lo que piensa también Borja Vilaseca. Deja de buscar fuera y empieza a buscar dentro para construir tu vida.