Arriesgarse más.

Seguro que en el momento final de nuestra vida, en el último suspiro, pensaremos: “Ojalá me hubiera arriesgado más.”

Aunque pienses que la vida te está yendo bien, que consigues todo lo que te planteas o que estás trabajando en la línea adecuada, habrán cosas que se te quedarán en el tintero por el mero hecho de no arriesgar más.

Los humanos estamos hechos para preservar las cosas: en un momento de incertidumbre estamos programados para salvar lo que tenemos más que para arriesgar y conseguir cosas nuevas.

Tenemos que manejar nuestra aversión al riesgo.

Ver en qué campos de la vida somos más arriesgados y en qué campos lo somos menos.

Pero el riesgo para mi está muy ligado a un concepto que me tiene atrapado que es el MIEDO.

Hablar del miedo, de cómo superarlo, de cómo te beneficia porque te protege de mil y una situaciones y de cómo cada uno lo percibe de diferente forma, me fascina.

En el último podcast hablo del miedo con Fermín Audeger, piloto de motos profesional. El miedo y el riesgo es su día a día. No puede convivir sin una cosa o la otra.

El riesgo le hace ganar el mundial y el miedo o frenar antes de soltar el gas en una situación difícil le hace sumar puntos antes que irse al suelo y perder la carrera o incluso perder la vida.

Manejar el riesgo y el miedo a 300km/h es un tema muy potente para ordenar tu mente y para ponerte en tu sitio. El chaval tiene 19 años. Va a ser campeón del mundo, porque se arriesga y porque tiene miedo.