Me persigue un oso

Anoche soñé que me perseguía un oso. Una pesadilla muy real pero totalmente inofensiva. No corría peligro alguno. De echo hubiese estado en el mismo grado de peligro si en lugar de perseguirme un oso me hubieran perseguido 100 osos. Ese grado de peligro es 0.

Eso pasa en la realidad también, el problema que tienes delante no es un problema en si, es una creación de tu mente de ese problema. Lo problemático es una construcción, una ilusión de nuestra cabeza que puede atormentarnos toda una vida o que podemos trabajarlo para acallar esa presión.

Este es el pensamiento elevado de Pablo d’Ors, un genio, un sabio moderno que habla de la quietud, de reconectar con nuestro espíritu para encontrar respuestas. No buscar las respuestas fuera sino buscarlas dentro y encontrarlas a través del camino de la meditación y la introspección. Es un camino difícil. De confrontación con uno mismo y con nuestros miedos, pero es el único camino para llegar a la felicidad.